sábado, 5 de julio de 2008

Rutina

Todas las tardes eran iguales. Los viejos poblanos se dedicaban a repetir día tras día, tarde tras tarde, la misma rutina, desayunando las siete y cuarto, almorzando a las doce y treinta, la siesta de las dos hasta las dos y treinta aproximadamente, para luego reunirse a las tres a tomar cerveza y debatir sobre distintos temas, pasando desde el torneo nacional de fútbol hasta "cuchichear" sobre los vecinos.
Se dedicaban a hablar de política, de fútbol, de religión, despotricaban sobre "los jóvenes de estos tiempos", observaban de una manera harto morbosa a las exuberantes y candentes mujeres del pueblo, que al son del calor ribereño, se pavoneaban de manera erótica con sus cuerpos casi desnudos, medianamente cubiertos por blusas que apenas cubrían los senos y minifaldas que a duras penas evitaban que la vista llegara a la cavidad receptora del duro bastón masculino.
Cuerpos sensuales que parecían aceitados por tanta transpiración... pieles trigueñas, firmes y deseables... pobres viejos, no querían contener sus ansias sexuales, pero finalmente eran reprimidas por su misma rutina.
Jugaban dominó y cartas, refunfuñando por la subida de los impuestos, agradecidos con el presidente por sus políticas de seguridad - que a la larga era represión para los movimientos juveniles que mostrasen oposición al sistema impuesto -, del clima, de viejas historias, de antiguos romances, en fin, variaban sus temas pero finalmente seguían siendo los mismos. Los mismos, cada día más viejos, pero en esencia, iguales, prosiguiendo su rutina, desgastando el eje de su rueda llamado vida, día a día, las mismas prácticas, las mismas palabras, las mismas actitudes. Sólo el final truncará este trasegar.

1 comentario:

Flako dijo...

Este cuento es como un caldo Maggi (Avecrem para los €uropeos), pequeño pero sustancioso; también se le aplica el mismo dicho de los perfumes: "los mejores perfumes vienen en frascos pequeños" (y en muestras gratis también, jaa!!!)

Felicidades compay por tu relato de pacotilla. Está muy bueno.