viernes, 9 de mayo de 2008

Daniel...

Cierto día lo conocí, fue no hace mucho tiempo, pero por cosas del destino, ya no recuerdo cuando lo vi por vez primera. Pero desde el primer momento me impactó. Era una persona de aspecto sano, levemente barbada, de ojos pequeños y astutos, pero apaciguados. Reflejaba una paz interior impresionante, pero sin embargo era un desgraciado. Un resignado más al cual la vida no le había dado lo que merecía. En cada instante recibía fracasos, siempre envidaba a los demás, pero de buena manera, porque después de todo el chico era de buen corazón.

Un viernes lo encontré solo, estudiando concienzudamente. Quise interrumpirlo, librarlo del abstracto mundo de las matemáticas. "Hola Dani, no estudie tanto que de todos modos va a perder el examen". "Al menos si estudio me queda constancia de que hice el esfuerzo", me respondió. Aquí es cuando quise preguntarme, por qué este joven se empeñaba tanto en salir adelante, si según él estaba ya condenado al fracaso? Desde el principio yo sospechaba que tanta renegadera y tanto pesimismo eran una simple máscara. Él se burlaba de nosotros -pensé furtivamente mientras encendía mi cigarrillo- porque tiene el don de la humildad, pero es un completo genio.

Mi humo se paseaba por su espalda, curveaba por su oreja y le llegaba directico a la naríz. Empezó a quejarse: "Ehhh no fume tanto que eso es dañino, vea que me va a enfermar". "Hey Dani vamos a comer un helado, descansá un ratico, acompañame y hablemos mierda" -le dije- y aceptó a regañadientes.

Guardó en su amplia maleta los pesados y tediosos libros de matemática de los que tanto adoraba esclavizarse, y al pararse pude notar como cambiaba de máscara. Mientras caminábamos rumbo a la plazoleta del ajedrez, comenzó a hablar tonterías y a reírse de sí mismo. Pero en el fondo, como lo sigo sospechando hoy, es sólo una pesada broma que me juega. Mi amigo comprende que la vida es mejor jugarla con un bajo perfil, haciéndose algo así como el sufrido, pero sin denotar pena, porque no había de que quejarse. Hacía sus bromas y se autocompadecía, comprendiendo que la gente estúpidamente corría a consolarlo. Esto le garantizaba un control sobre sus amistades.

Pienso que lo peor que le pudo haber ocurrido, en términos sicológicos, es haber encontrado a una novia que le leyó las cartas antes de jugarlas. Quizá -sospecho- ella puede acceder a sus pensamientos y anticiparse a los acontecimientos. Es por eso que es tan calmada, y eso lo hace felíz a él. Tanto, que me divierto intentando -infructuosamente- hacerle causar celos a ella. "Oooiga pero es que él está pegando mucho con esas niñas, ahí donde lo ve es un duro de bajo perfil", le hablo en esos términos porque ella comprende de qué le hablo. Sabe que lo conozco medianamente y, que en ocasiones he logrado acceder a sus pensamientos, aunque sólo superficialmente. Sólo ella puede ver a través de él como si fuese un cristal, un vaso de pensamientos. Ella los toma al azar, los analiza, y finge no saber nada, para poder seguirle la estrategia.

Pronto este jóven marchará de casa. Tendrá que asumir los retos de la soledad, ahora que sí le ha llegado de verdad. Será entonces cuando tendré el honor de presenciar al verdadero Daniel, el que se ha quitado su máscara para desquitarse de tantos años de burla de parte de sus amistades...

2 comentarios:

Flako dijo...

Ante todo aclaro que no se trata de mi estimado amigo Daniel "el topo" Bedoya, ni mucho menos del estimadísimo Flako... ellos dos, al igual que yo, somos amigos del Daniel que se menciona en este relato. Y sin embargo, también hemos sido burlados por las máscaras de este, aunque al menos uno de nosotros tres está convencido de ser su verdadero amigo...

Hermy Granger dijo...

He tenido la oportunidad de vivir momentos maravillosos con Dani, y no se si lo que dices es cierto o falso, lo que realmente se es que si una persona a la que quieres mucho necesita de tu compañía, allí debes estar para demostrarle todo lo has dicho sientes por él. En los momentos dificiles es que se sabe con quienes se cuenta realmente.
ahhh... y me encanto lo que escribiste, no se cual es tu fuente de inspiración, pero se que tu inspiración no tiene limites.